17 ago 2007

Terremoto tumba una cárcel en Perú y los prisioneros se fugan

Tambo de Mora, Perú (AFP). "Nos fugamos porque el agua nos llegaba a la rodilla", dice Humberto Chávez, uno de los más de 600 presos que el miércoles escaparon de la cárcel de Tambo de Mora, aprovechando que los muros se derrumbaron por causa del terremoto que azotó al sur del Perú.

Chávez está de nuevo en Tambo de Mora (unos 200 km al sur de Lima) para entregarse a las autoridades luego de salir de la prisión junto con otros 600 hombres y mujeres de ese correccional, que decidieron escapar cuando el sismo derribó un 90% del penal ubicado a orillas del mar.

"En el momento del temblor se entró el agua (por una marejada) hasta la rodilla donde estábamos y pensábamos que nos íbamos a ahogar; por eso decidimos salir", dijo Chávez, acusado por asesinato y quien reveló que fue a ver si su familia se encontraba bien antes de entregarse a las autoridades.

"Hoy me entrego para poder terminar mi proceso. Soy inocente", señaló el convicto en diálogo con la AFP.

Hugo Rubio, socorrista de la Cruz Roja que trabajó en Tambo de Mora desde el comienzo de la tragedia, hizo una distinción entre los presos que son de la región y los que vienen de afuera.

"En el momento del sismo los presos que son de la región salieron a ver a sus familiares (...) pero no porque quieren huir", dijo.

En cambio "los que no son de acá se robaron dos carros y se robaron algunas cosas", dijo.

De hecho entre la población, ya muy afectada por el sismo, genera zozobra la idea de la fuga de los presos; incluso se registran denuncias de un aumento en la criminalidad sin que se haya comprobado si la responsabilidad de ello o no es de los reos.

Un primer reporte de la policía indicó el miércoles que de los 683 reclusos que había en el penal, 29 permanecieron en el lugar y fueron trasladados a la prisión de la cercana ciudad de Cañete.

Este viernes el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) indicó que ya eran 56 los presos de Tambo de Mora que estaban alojados en Cañete.

La policía intensificó la búsqueda de los reos, entre quienes figuran cinco colombianos.

"El grupo policial tiene órdenes para recapturar vivos o muertos a los delincuentes, que son de alta peligrosidad", dijo a la prensa el jefe de la Dirección de Criminalística, general Eduardo Montero, tras señalar que entre los evadidos hay secuestradores, asaltantes, narcotraficantes y violadores.

El miércoles pasado el Inpe señaló que "la infraestructura del recinto penitenciario colapsó en un 90%, lo cual provocó el pánico entre los reos que al observar la caída de las paredes aprovecharon para huir".

El terremoto dejó al menos 500 muertos y unos 200.000 damnificados.

La ministra de Justicia, María Zavala, quien inspeccionó el penal, calificó de normal la reacción de los presos al huir, ya que peligraba su integridad.

"Ha sido y es una reacción normal en un ser humano; cuando del subsuelo emana agua, cuando se corta el fluido eléctrico, entonces ellos han evacuado únicamente el penal", dijo la ministra.

"Los internos salieron, algunos se quedaron y otros están regresando", señaló Zavala.

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